lunes, 30 de mayo de 2011

Fútbol femenino: cómo vivir a la sombra en un deporte machista

El fútbol es un juego. Una ilusión. Un sentimiento. Una religión. Muchos amantes y una sola musa. No existe un deporte que involucre a tantos millones de personas. Aficionados, patrocinadores, medios gráficos, periodistas e inversores. Un evento capaz de afianzar o destruir por completo los lazos familiares, las amistades o las relaciones de pareja por el amor a los colores de un equipo. Pero a pesar de que esta afición extrema al deporte rey es mayoritaria en la sociedad, desde siempre se ha afirmado que es un deporte de hombres. En España, la incondicional asistencia femenina a los estadios y su sufrimiento frente a las pantallas de televisión no se traduce en una mayor atención en el terreno de juego.

El futbol femenino podría considerarse un deporte nuevo en España. Hasta 1988 el territorio nacional acusaba la falta de un campeonato femenino de fútbol, siempre a la sombra de La Liga masculina. En la temporada 88/89, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió crear la Liga Nacional femenina compuesta por 9 clubes, entre los que destacaban Santa María Atlético, RCD Espanyol, FC Barcelona y Peña Barcelonista Barcilona, que se proclamó campeón. En la temporada 96/97 se ampliaba la División de Honor, repartiendo a los equipos en cuatro grupos por zonas geográficas. Los campeones de los grupos se enfrentaban en la Liga de Campeones y, por eliminación directa, se determinaba el campeón. Pero en 2001, los equipos impusieron el formato de la actual Superliga. Se volvía al sistema de grupo único, con los mejores equipos del país, y el campeón se clasificaba para la Copa de la UEFA femenina. En 2008 se volvería a incrementar el número de participantes, pasando de 14 a 16 y, a partir de 2009, como explicaba El Diario de Navarra, se implementaría el formato actual de 24 equipos repartidos en 3 grupos. Demasiados cambios en poco tiempo para una liga de nueva creación que intenta, año tras año, encontrar un sistema satisfactorio y beneficioso para todos los equipos.

Además de aumentar la competitividad entre los clubes se busca atraer fichajes estrella. La jugadora más renombrada fue Maribel Dominguez, ‘Marigol’, fichada por el FC Barcelona en la temporada 06/07. Tras es el descenso del equipo y diversos desajustes internos, la delantera mexicana decidió fichar por su equipo actual, el UE L’Estartit catalán.

Miriam recupera el balón en la final del VII TP.
Sandra Sánchez y Miriam Cerezo son dos jóvenes en el mundo del fútbol. A sus 19 años, Sandra ha jugado en el Zamora, Amigos del Duero y, desde hace 2 años, milita en el Real Valladolid. Miriam, de la misma edad, es una enamorada del fútbol y lo practica desde niña. Ha formado parte de equipos como el F.C. Briviesca y el C.D. Casco Viejo femenino, pero este año se ha retirado de los campos de juego de manera oficial. Las futbolistas creen que los cambios de formato en la Superliga y la llegada de fichajes mediáticos son intentos de la Federación y de los equipos por potenciar una Liga femenina infravalorada en España. “Tanto cambio es un jaleo, pero la organización solo busca el formato más cómodo para las jugadoras y los clubes”, afirma Miriam, mientras que Sandra mantiene que “Milene y Marigol – dos fichajes mediáticos de la Superliga- no eran tan buenas como se las vendió. Pero lo bueno es que durante sus primeros partidos se habló de fútbol femenino, que es lo importante”.

El peso de la categoría en España no puede compararse con el de las grandes potencias. Las selecciones nacionales de Alemania –anfitriona del Mundial de este año-, Estados Unidos, Brasil y Noruega destacan por el enorme potencial de sus equipos. En 2007, Alemania se coronó campeona del mundo en China por delante del Brasil de Marta. La delantera del FC Gold Pride estadounidense, a sus 24 años, ha ganado las últimas cinco ediciones del Balón de Oro, confirmándose como la mejor jugadora del mundo y, sin duda, una de las mejores de la historia.

El papel europeo en las competiciones internacionales ha mejorado notablemente. Alemania y los países nórdicos disponen de las ligas con mayor nivel continental, y este progreso se hizo notar en los dos últimos mundiales que se adjudicaron las germanas.

España nunca ha conseguido clasificarse para la fase final de un campeonato del mundo. A nivel internacional de clubes, tan solo el Athletic Club de Bilbao ha sido capaz de superar la segunda fase de la UEFA Women's Champions League y acariciar los cuartos de final. “El verdadero problema en España está en que las futbolistas no son consideradas profesionales. Es algo que perjudica a la difusión y a la importancia de la Superliga”, explica Sandra.


Sandra controla un balón frente a una jugadora del Lagunak.

En la actualidad, el Athletic, el Rayo Vallecano y el Espanyol tienen los mejores equipos y las mejores canteras de España. Estos tres conjuntos monopolizan la lucha por el título en la Superliga femenina. En el caso del Real Valladolid, el equipo ha perdido la categoría debido al elevado número de equipos que descendían en la actual temporada. “Desde el primer momento sabíamos que nuestra permanencia estaba muy difícil, descendían 7 equipos. Nuestro equipo era muy joven y con solo un año de experiencia en la máxima categoría, teníamos todas las papeletas”, explica Sandra.

Dentro del ámbito universitario, la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid presta especial atención al deporte femenino. Entre las diversas categorías deportivas, destacan el Trofeo Decano, en el que se enfrentan diversos equipos de la Facultad, y el Torneo de Periodismo, una competición entre los equipos de la carrera identificada por su carácter amateur y festivo. Tikitakas, Anónimas, Warrior Ladies y MacMariam’s, equipo capitaneado por Sandra y Miriam, fueron los conjuntos que tomaron parte en la competición. Tras vencer holgadamente en sus encuentros de la fase de grupos, Warrior Ladies, de 2º de Licenciatura, y MacMariams, de 1º de Grado, se enfrentaron en la Gran Final. Warrior Ladies consiguió derrotar a las rojillas y llevarse su primer Trofeo Decano, el segundo campeonato en su palmarés. “Fue un partido en el que nos faltaba la estrella de nuestro equipo, Sandra, lo que influenció tanto técnicamente en el equipo como moralmente. Sin embargo, fue un partido muy disputado del que destacaría la fuerza de todo el equipo de las Warrior Ladies para ganar la final”, afirmaba Miriam, capitana de MacMariam’s, tras disputar la final.

Pero el equipo rojillo podría vengarse tan solo unas semanas después. El Torneo de Periodismo es, probablemente, el punto álgido del año académico. Equipos de todos los cursos de la carrera se reúnen en el campo de La Gasolinera para disputar un torneo que destaca por el buen clima entre los cuadros, el compañerismo, la pasión por el fútbol y la celebración final en la que están presentes todos los participantes.

En la VII edición del Torneo de Periodismo, la vida seguía igual que en el Trofeo Decano. Warrior Ladies y MacMariam’s continuaban en su línea. Sus partidos se traducían en victorias fáciles, espectáculo y goleadas. Tras unas semifinales accidentadas, marcadas por los problemas con el calendario, los dos conjuntos femeninos más poderosos de Filosofía y Letras volverían a encontrarse en una final. Warrior Ladies intentaría conseguir el bicampeonato y, además, defender la corona conseguida hace un año. MacMariam’s buscaría su primer Torneo ante las campeonas. Antes del partido, Miriam afirmaba que “tenemos posibilidades, pero nunca hay que fiarse, y menos de un rival como las Warriors”. Por su parte, Sandra se mostraba más confiada en su conjunto: “Veo posibilidades de ganar la final. No hemos perdido ningún partido, y el equipo tiene muchas ganas de jugar”.


La final llegaba en medio de una gran expectación. El partido era el protagonista, incluso, desde varios días atrás. A continuación, un resumen del encuentro entre MacMariam’s y Warrior Ladies.


El progreso del fútbol femenino a lo largo de los últimos años ha sido considerable. La creación del Mundial femenino, competiciones europeas, ligas nacionales y campeonatos a nivel regional y universitario han aumentado la fama y el prestigio de esta rama del deporte rey. El público femenino consiguió romper estas barreras, estos privilegios antes reservados al género masculino gracias al trabajo, la ilusión, el sentimiento y la pasión por el fútbol. Se debe mantener viva la esperanza de que este progreso no sea solamente una ilusión. Este hecho debe ser solamente la punta del iceberg, el comienzo de algo más grande, un deseo que comparten muchas mujeres: que el fútbol no sea solo cosa de hombres.




Facundo Fernández

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